DISCURSO CELEBRACIÓN 150 AÑOS
FRONTINO GOLD MINES LTD.REALIZADO POR DOCTOR WILFREDO LOPEZ EL 20 DE ABRIL de 2002
Es para la gran familia empresarial de la Frontino Gold Mines, un motivo de gran satisfacción y orgullo poder compartir con nuestros ilustres invitados, amigos, y la comunidad en general de los municipios de Segovia y Remedios el sesquicentenario de fundación de esta maravillosa compañía.
Decir en pleno siglo XXI que laboramos para una empresa que ha estado presente durante tres siglos en la historia de una región y de un país, no lo pueden contar muchas personas en todo el mundo. Este es un privilegio que solo le toca a unos cuantos, y nosotros los trabajadores, empleados, directivos y jubilados pertenecemos a ese grupo elite.
La historia de la Frontino Gold Mines es una historia matizada por una condiciones excepcionales. Bien podía usarse el termino “realismo mágico” para definir todo lo que se ha vivido alrededor de nuestra empresa; partiendo del elemento fundamental, el oro, cuyas condiciones fisicoquímicas lo hacen inigualable. La ruina o el esplendor de la humanidad, deben haber iniciado su historia el mismo día en que alguien descubrió la primer pepita de oro. Objeto de aventura, vital en la economía, materia de fantasía, de la religión y de la ciencia; el oro es sin embargo un metal entre muchos otros. El oro es tan maravilloso, aparte de su belleza y atractivo físico, que de un gramo de oro se puede estirar un hilo de 3,500 metros, o se puede reducir a una lamina 1/10,000 de milímetro casi transparente. Su inalterabilidad frente a la acción del agua y del aire, a cualquier temperatura, su excelente capacidad para conducir la electricidad, así como su capacidad para ser expuesto a las unidades mas inconmensurables de tiempo, hicieron del oro un elemento a salvo del deterioro, eternamente brillante y luminoso, imperecedero a través de milenios. Ese elemento mágico mezclado con las selvas vírgenes del Nordeste antioqueño, rodeado de tigres, monos, culebras, pájaros, mal de ojo y animales de todas las especies, humedecidos por la intensas lluvias tropicales, fue explotado por una amalgama de hombres provenientes de todos los continentes generando una raza única de la cual somos sus actuales descendientes. Este ambiente mágico, lleno de embrujo ha cautivado a mas de uno de los que estamos aquí presentes y por eso se dice que el que llegue a Segovia o Remedios aquí se queda, y de eso damos fé varios de los aquí presentes.
La historia de la Frontino Gold Mines es rica, amplia y se encuentra enmarcada en acontecimientos importantes que han hecho historia en la humanidad. Profundizar en esos hechos nos llevan a trasladarnos en el tiempo a la época de la conquista española. Apenas comenzaba la conquista, la corona española advirtió la enorme riqueza en oro que encerraba la América Hispana. Por eso, en 1504 el monarca Fernando de Aragón expidió en Medina del Campo su primera real cédula sobre la materia, en la cual abrió la búsqueda de oro a todos sus súbditos, con una política económica francamente aperturista, disponiendo que “todas las minas fuesen comunes, y a todos se les permitiese buscarlas, catearlas, y laborarlas donde quiera que se pudiesen hallar con tal de que pagasen al rey un tributo por los metales que sacasen y beneficiasen”, Así se constituyó “el quinto real en oro”, como recurso fiscal de la corona y se estimuló a los conquistadores a venir a tierra firme. De esta manera nació el concepto de las regalías,
Es así como se puede evidenciar que en el nuevo mundo la colonización española se basó principalmente en la minería del oro y la plata. Las zonas que contenían ricos depósitos de oro y plata se convirtieron habitualmente en centros de cultura española. Las áreas mineras influyeron con fuerza sobre las principales actividades económicas; la gente de las comunidades mineras tenia que ser alimentada, vestida, provista de herramientas, reactivos y mano de obra. Es fácil entonces concluir que tanto la agricultura como la ganadería y la fundación de pueblos se debieron a la minería del oro. La fundación del municipio de Remedios, según el investigador Robert West, se originó alrededor de la minería. Dice Mr. West en su libro “La Minería de aluvión en Colombia durante el periodo colonial”: “Hacia el norte se estableció el real de minas de Victoria, sobre el río la miel (tributario del saman del sur). Esta fundación la hicieron en 1559 mineros de Mariquita, pero treinta años mas tarde la población ha sido abandonada. En 1560 los mineros de Victoria continuaron su marcha al norte, entrando a las laderas de selvas densas de la cordillera Central y fundaron el campamento llamado Nuestra Señora de los Remedios, probablemente en el valle de San Carlos. Como ocurría con tanta frecuencia en los campamentos basados en la minería de placer, el sitio de Remedios fue trasladado muchas veces. En 1562 fue movido hacia el norte a Buenavista, de localización incierta, y el año siguiente al Valle de San Blas, ubicado en algún lugar del Alto Nus. A causa de una devastadora epidemia de viruela, el campamento fue nuevamente trasladado en 1589 a unos cuantos kilómetros al norte del valle de San Bartolomé, pero todavía se extraía oro de los placeres del Nus. Finalmente Remedios fue transferida en 1594 a su sitio actual en el margen noroeste del batolito Antioqueño, cerca de grandes depósitos de veta y aluvión, cuyo descubrimiento desencadenó una de las mayores fiebres de oro que ocurrieron en la nueva Granada. Españoles con cuadrillas de esclavos se lanzaron a Remedios desde Cartagena, Antioquia y Mariquita. Antes de dos años ya se habían importado 2,000 esclavos para extraer minerales metálicos de estrechos pozos y para lavar oro de los arroyos cercanos como el Oca y el Pocuné. Durante los primeros años las minas produjeron cerca de 150,000 pesos en oro por año. A finales del siglo XVI, el laboreo de minas era ya la actividad económica mas importante para los pocos pobladores antioqueños (que eran unos 8,000 blancos y unos 15,000 indígenas, según el oidor don Francisco de Herrera y Campuzano). En vista de ello, el gobernador don Gaspar de Rodas promulgó las primeras “Ordenanzas de Minas” en 1584, las cuales serán la raíz del derecho minero antioqueño; y que con el tiempo sería la base del derecho minero colombiano. Las ordenanzas de Rodas sentaron entre muchas otras, tres disposiciones fundamentales que aun hoy en día persisten: a) El principio según el cual los derechos y las riquezas del subsuelo pertenecen al soberano; b) La limitación superficiaria del área que el soberano podía entregar en concesión a cada persona; c) La preeminencia de los derechos del concesionario minero, por encima del propietario de la tierra o del titular de una concesión agrícola.
El progreso de la minería durante el siglo XVII en Antioquia fue lento. Contra el conspiraban el escaso numero de nuevos pobladores, el agotamiento de las numerosas minas de placeres y las pocas de veta que existían se profundizaron y tuvieron problemas de desagüe, los problemas de salubridad también influyeron demasiado en especial las enfermedades europeas, la viruela y el tifo que exterminaba pueblos enteros. La población indígena disminuyó velozmente en los primeros años de este siglo y pronto faltaron brazos para el trabajo de las minas. Por esa razón se trajeron los esclavos negros desde Cartagena; pero la gran distancia a ese puerto y la dificultad de su transporte a pie, los hacía siempre escasos y muy caros en la provincia. Dice Don Vicente Restrepo en su libro “Estudio sobre las minas de oro y plata de Colombia” que “en Zaragoza era tan común ver morir prontamente a los españoles que venían en busca de fortuna, que cuando llegaba un Chapetón, iban otros a preguntar al cura cuanto pedían por el vestido del pobre aventurero, pues este no tenía otra prenda con que pagar su entierro”.
Durante la mayor parte del siglo XVIII, la minería estuvo en franca decadencia. Uno de los fenómenos claves fue la declinación de la minería en cuadrillas, varios factores contribuyeron a ello: - la elevada mortalidad de los negros en las insalubres tierras de aluvión; - el alto costo para mantenerlos permanentemente alimentados; - la escasez de mano de obra esclava; - la rudimentaria tecnología. Todo ello aceleró el deterioro de la minería esclavista, la cual venía produciendo hacia tiempo solamente un tercio del oro de la provincia; y cuya importancia disminuyó aun mas al finalizar el siglo, creando condiciones que habrían de favorecer poco después el movimiento para la liberación de esclavos.
Los inicios del siglo XIX mostraron una caída de la economía antioqueña debido a las guerras de independencia, donde Antioquia aportó jóvenes para pelear al lado de Girardot, Caldas y Córdoba, motivos por los cuales se redujo la producción de oro. Antioquia aportó soldados, y el mayor aporte económico de todas las provincias, siendo el oro el principal aportante. Elocuentemente decía Santander en una de sus cartas a Bolívar en Lima: “Esta provincia (Antioquia) no quisiera que diera ya un hombre. Mas de dos mil le hemos sacado, entre ellos mil negros..., es la Provincia desde donde todavía no he recibido un solo reclamo por los empréstitos, reclutas y ordenes fuertes, y le llevamos sacado cerca de cuatrocientos mil pesos en barras de oro..”. Esto significa algo así como casi una tonelada métrica de oro. De esta magnitud fue el apoyo humano y financiero que aportó Antioquia a la liberación de la Gran Colombia del Perú y de Bolivia. El oro de Remedios como de otras comarcas pagó armamentos, uniformes y soldados para esta gran contienda, en una proporción muy significativa.
Este enorme gran sacrificio del pueblo Antioqueño trajo grandes beneficios durante los inicios de la primera República. El mas grande beneficio fue la desaparición casi total del control gubernamental español en el periodo 1810 a 1820. Con la perdida del control español desapareció el quinto real. Esto permitió a los comerciantes de oro aumentar enormemente sus ganancias, así nacieron los grandes capitales Antioqueños, así se forjó la gran industria de Antioquia. Su gran capacidad de pago y la libertad para importar mercancías de fuera de España, dieron a los antioqueños comerciantes un gran poder, que ellos acrecentaron y afianzaron comprando armas para los ejércitos patriotas, sin duda con jugosas comisiones y primas como intermediarios obligados. Esa posición ventajosa les fue confirmada por los gobernantes patriotas que veían en ellos los únicos posibles financiadores en las precarias condiciones políticas internas y económicas en que nació la nueva República.
A partir de 1820, al término de la guerra en la nueva Granada, al reabrirse los puertos y reanudarse las exportaciones de oro, se despertó un gran interés por la minería de veta entre los capitalistas de Medellín, quienes procedieron a formar las primeras sociedades de minas de la primera república. Quizás esto explique el porque ya en 1825 existían 836 minas de veta contra solo 115 de aluvión, si antes la proporción era a la inversa de 20 a 1.
Al terminar el conflicto independentista, un político muy audaz y sagaz de la época, Francisco Antonio Zea escribía en 1819 al congreso de Angostura: “Nuestras puertas se abren a todas las naciones. Que importa al estado que el propietario de una vasta plantación, de una mina de oro, sea ciudadano de Londres, de Viena, de Petersburgo? Lo que importa es el buen cultivo, el beneficio bien entendido, la explotación acertada, la multiplicación de toda clase de productos; lo que le importa es el movimiento activo de la minería y la agricultura”.
Cuando el vicepresidente Santander se enfrentó a la tarea formidable de crear una república de la nada, en el caos y en la ruina dejados por las guerras de independencia, y apremiado por Bolívar para obtener mas recursos y materiales para liberar al Perú, no tuvo mas remedio que acudir al crédito insistentemente ofrecido por Inglaterra a la joven Colombia. Fue de esta manera como se le dio a los banqueros Ingleses todas las facilidades y garantías para establecerse en el país, por encima de los intereses nacionales. Después de firmado el acuerdo en Londres en 1825 empiezan a llegar la compañías inglesas a Colombia; con ellas llegaron los primeros ingenieros de minas europeos. Aquellos ingenieros nos trajeron la mineralogía, la geología, la hidráulica, la mecánica aplicada, la teoría del calor, la química inorgánica, los métodos geofísicos, el sismógrafo, la construcción de vías, la pólvora, los reactivos químicos, la rueda hidráulica, el molino Cornish, y muchos otros aparatos y conocimientos de invaluable utilidad que dieron un nuevo y gran vigor a la minería.
Entre 1820 y 1830 Antioquia se convirtió en la principal región aurífera de la nueva Granada, superando con amplitud la provincia del Cauca y llegando a producir el 50% de todo el oro del país. Podemos entonces pensar que hubiera pasado si no hubieran existido los ricos yacimientos auríferos de Marmáto, Zaragoza y Remedios? Cual hubiera sido el futuro de nuestro país?. Es aquí donde vale la pena destacar el papel histórico de la región, de sus habitantes y de las primeras minas de oro que dieron inicio a nuestra empresa. Pocas regiones del país han jugado un papel tan importante en el nacimiento de nuestra patria como la región del alto Nordeste antioqueño.
Entre 1850 y 1855 se registra un gran movimiento de tecnificación en la minería y muy especialmente en la de veta. En aquellos años aparece y se extiende el uso de las primeras fundiciones de oro, el proceso de amalgamación con mercurio y el empleo de la maquina de vapor alimentada con leña para mover equipos pesados y en especial, algo que marco un hito en la historia de la minería Colombiana como fue la mecanización del bombeo de agua.
En 1851 compañías Inglesas particulares nombran como agente en Colombia al ex ministro de hacienda Florentino González, quien compra en 1852 algunas minas de veta en Frontino, municipio localizado al occidente de Medellín por 105,000 pesos y la mina Bolivia localizada en Remedios por 3,000 pesos y se conforma la “The Frontino and Bolivia Company para explotarlas”. De esta manera nace el 21 de Abril de 1852 la casa matriz llamada compañía “La Nueva Granada”, con un capital de 250,000 libras esterlinas y con sede en la ciudad de Londres.
La empresa inicia operaciones en el municipio de Frontino, allí no tienen mucho éxito y decide entonces hacia 1855, trasladar a lomo de mula todo el personal y equipos por la trocha de Guacharacas, para fortalecer las minas de Bolivia, pertenecientes al municipio de Remedios, en ese entonces. En 1865 se instaló la primera maquina de vapor en la mina Bolivia, para mover las bombas de agua, siendo una de las primeras en Colombia. Hacia 1868 compra los minerales de Ñememe localizados en Segovia y se inicia propiamente la explotación de la mina El Silencio, Manzanillo, Marmajito, Cogote , Cordoba, mas adelante le compra a los franceses las minas de San San Nicolas y Cristales. Se adquirió también las minas La Italia, Tres y Media, así como dos aluviones: Hilo Este y la Primera Cecilia. Los primeros administradores fueron en su orden Don José María Barreneche, Robert White y George Euslice. Se hicieron grandes inversiones para obtener agua y construir el camino Yolombó-Remedios-Zaragoza. El desarrollo minero del Nordeste Antioqueño hizo restablecer el nivel de producción de esa zona, que había estado disminuyendo desde principios del siglo. Este nuevo impulso de la minería llevó al ingeniero Cubano Francisco Javier Cisneros en 1874 a expresar en su exposición de motivos para la construcción del ferrocarril de Antioquia como una de las causas, el gran auge de la minería Antioqueña que debería tecnificarse mas usando maquinaria muy pesada y que el ferrocarril sería una gran alternativa. Es indudable el gran papel que jugó el ferrocarril de Antioquia en el impulso a la minería aurífera antioqueña pues no basta sino ver las exportaciones de oro que se duplicaron al entrar en operación dicho medio de transporte. Vale la pena mencionar que hacia la última década del siglo XIX se fundaron varias importantes poblaciones Antioqueñas fruto de la búsqueda intensa de vetas de oro entre las que se puede mencionar: San Rafael, San Carlos, Santo Domingo, Concepción, Alejandría, Santuario, Granada.
La rica historia de la región nos enseña que también estuvieron los Franceses. En 1856 se estableció la Compañía Francesa de Segovia, para explotar el oro del río Cauca con resultados económicos valiosos, generando aportes importantes para el emperador Napoleón Bonaparte. Uno de los objetivos de Napoleón III era quitarle la supremacía imperialista a los Ingleses.
La llegada de las empresas extranjeras permitió la llegada de directivos y técnicos que se mezclaron con la población existente. De esta manera llegaron los Eusse, los Blair, Los Tisnes, los Cock, los White, los Gartner, Los Camperos. No resulta curioso entonces encontrar estos apellidos entre nuestros amigos de las poblaciones vecinas, y ver hermosas mulatas de ojos verdes.
No quisiera pasar por alto el valioso aporte de la mujer al desarrollo minero de Antioquia. De las 14,942 personas que se empadronaron en el censo de 1871, habían 10,652 hombres y 4,290 mujeres. La gran mayoría de mujeres trabajaban lavando arenas, materiales de playa, mineral de segunda de las vetas así como escogedoras de peña en Maria Dama. La figura humana de la barequera se hizo entonces un símbolo de la mujer Antioqueña. Es oportuno subrayar que este elevado grado de participación femenina en los trabajos mineros creo un importantísimo precedente, en el sentido de preparar la mujer para trabajos de tesón y resistencia tanto en el sector agrícola como en el textil y magisterio y otras industrias generando un valioso aporte al desarrollo del departamento a principios del siglo XX.
El 24 de Agosto de 1865, el caserío de Tierra Adentro es erigido corregimiento de Remedios, en ese entonces era habitado por 500 personas. El 31 de Diciembre de 1877 el corregimiento adquiere el nombre de Segovia y ya para ese entonces poseía 2,500 habitantes. El 15 de Junio de 1885 se emitió el decreto por medio del cual Segovia es erigido municipio.
La empresa como un reconocimiento a la población decidió legalizar los predios y fue así como en 1888, la compañía Frontino and Bolivia le cede bajo escritura publica de una forma gratuita al distrito de Segovia una área de 83.5 hectáreas para ubicar el asentamiento.
La importancia de nuestra empresa en la economía del país se evidencia ya a finales del Siglo XIX, La compañía Frontino and Bolivia Company era una de las cinco mas importantes empresas del país, y la mas importante empresa extranjera. La principal empresa del Colombia era la mina el Zancudo que ocupaba unas 1,000 personas, Luego estaban Frontino Gold Mines que ocupaba unas 700 personas, La Fundición de Amagá, La Fundición de Pacho, la empresa textil Samacá y la Cervecería Bavaria.
El impacto de la guerra civil de 1899-1903, llamada la guerra de Los Mil Días, sobre la minería antioqueña fue devastador. Si bien en nuestro territorio no se combatió, los mineros fueron reclutados; el transporte fluvial se paralizó, las emisiones de papel moneda arruinaron a la banca local, la importación de maquinas se hizo muy difícil y hasta los empresarios se hicieron militares como lo hizo Pedro Nel Ospina.
Restaurada la paz de Colombia, bajo una administración progresista como la de Rafael Reyes y estimulada por una fuerte demanda mundial sobre el oro, la producción antioqueña y colombiana del metal aumentó velozmente durante los primeros decenios del siglo XX.
Durante las primeras décadas del siglo pasado se evidenció una decadencia del imperio inglés y surgió el Norteamericano adquiriendo la gran mayoría de sus empresas. Eso fue lo que pasó en la minería de Antioquia. Alrededor de 1910, la gran corporación norteamericana “International Mining Corporation” le compro a los ingleses todos sus derechos en la Bolivia and Frontino Gold Mining Company y simplificó su nombre a Frontino Gold Mines, emprendiendo así un proceso de modernización de sus tecnologías y de su administración.
Pocos años después, International Mining Corporation, le compró a la Orville Dredging Company su propiedad de la Pato Mining; compró además otras dos minas inglesas: La Chocó pacifico Mining y La Nariño Mining.
Cuenta Michael Hill Davey, Ingles nacido en Marmajito, en su libro “Oro y Selva – Relatos del Nordeste” que “a principios del siglo XX Remedios y Segovia aun no tenían carreteras y tanto las dos poblaciones como los campamentos mineros estaban rodeados por las espesas selvas del Nordeste antioqueño. En aquella época todos los materiales de construcción, equipos, maquinaria, víveres y mercancías, excepto algunos productos de Medellín, eran traídos del exterior por Puerto Colombia, los ríos Magdalena, Cauca y Nechí. Luego se traían por mula a través de la trocha de Zaragoza. Los productos de Medellín venían por la trocha de Guacharacas. Al lado de la mayoría de Bella Vista estaba localizada una pesebrera que albergaba 400 mulas pertenecientes a la empresa, la dirigía Don Julio Alzate”. ”. Cuenta Mr. Davey ricas y fantásticas historias de arrieros y mulas, como por ejemplo: “Cargaban y amarraban sus turegas de equipo pesado, maquinaria, cajas de víveres, etc. En el muelle de la compañía en Zaragoza que junto con una poderosa grúa para descargar las embarcaciones, luego se echaban trocha arriba golpeando y chuzando las mulas con sus recatones fueteando, gritando “¡arre!, ¡arre! ¡mula hijueputa!. ¡Arre!, ¡Arre! ¡triple malparidas hijueputas mulas!, palabras entreveradas con silbidos que eran ordenes que entendían las mulas. Hasta los pesados cables de ¾” por 1200 metros de la elevadora de la mina El Silencio y de las otras minas de apique fueron subidos por las mulas y sus arrieros por la trocha de Zaragoza. Los cables fueron desenrollados en el muelle y amarrados en trechos a los lomos de las mulas, luego esta extraña y culebreante cabalgata que media mil doscientos metros, arrancaba por la trocha demorándose en esta viaje semanas enteras...”.
Continua diciendo Michael que: “la primera carretera que se hizo en Segovia fue de Marmajito hasta cuatro esquinas y luego al alto de Bella Vista fue hecha a pico y pala angosta y de una sola vía. Esta carretera también entraba desde Guananá por la banca hasta el pueblo. El primer carro en circular por ellas fue un carro Vaux Hall, traído por el ingeniero de minas inglés George Hill. Mas adelante se extendió el sistema vial a la Patera, Manzanillo y a San Nicolás. No fue sino hasta 1942 cuando se inauguró la carretera a Remedios y al Aeropuerto de Otú”.
La participación de la empresa en las guerras mundiales era un asunto de empresa. Dice Mr. Davey: “Los Británicos mandaban el 40% de sus salarios para la guerra, se hacían fiestas, presentaciones y bazares en el club para recolectar fondos. Se traían grandes cantidades de hilo de lana a mula por la trocha de Guacharacas desde Medellín, y todas las mujeres tejían suéteres y medias de lana, se cosía ropa, hasta ropa de bebe para enviar a Inglaterra”. Continua diciendo Mr. Davey: “recuerdo muy bien que todo lo que era aluminio se guardaba y en aquellas épocas los tubos de pasta de dientes eran de plomo y las envolturas de confites y chocolatinas eran de aluminio y se recogían y se enviaban por mar a Inglaterra. Los Británicos de la empresa también pusieron soldados, fueron llamados a filas los solteros y viajaron en 1941, me tocó su despedida en el alto de Bella Vista, se fueron a caballo por la trocha ....”.
En la década del 60, la compañía empezó a experimentar serios conflictos sociales, como la gran mayoría de empresas extranjeras en los países tercermundistas. Lo anterior fue causado por un sentimiento nacionalista que se extendía a todo lo largo y ancho de América Latina y que en Colombia tuvo matices mas complejos, si a lo anterior se le suma un precio del oro congelado por varias décadas; originó que la empresa en 1976 iniciara tramites para su liquidación. Ante esa circunstancia los acreedores, básicamente los jubilados y todos los trabajadores sin excepción se acogieron a la figura del Concordato Preventivo. Se acepto que la administración de la empresa se ejerciera a través de un representante legal nombrado por el antiguo propietario. La formula concordataria se abrió paso y entro en plena vigencia a mediados de 1977, hasta el presente.
A partir de esa fecha, los planes, programas y decisiones gerenciales tanto técnicos como administrativos han quedado en manos de ejecutivos nacionales sobre cuyos hombros recayó la responsabilidad de sacar adelante la empresa y ponerla de nuevo en marcha. Si bien el objetivo fundamental como es el de conformar el fondo de jubilados, no se ha cumplido en su totalidad; es importante destacar que se tienen uno de los fondos de jubilados mas estables del país y estamos trabajando para lograr la meta propuesta. Lo logros anteriores se han debido al esfuerzo conjunto de todo el recurso humano de la empresa, fuerza motriz que no debe desfallecer y que por el contrario nos debe impulsar con mas energía a trabajar por garantizar estabilizar nuestra empresa. De todo lo que aquí se ha expresado, nos ha permitido captar como el coraje de nuestros antepasados llevaron esta empresa a lo largo de casi tres siglos con todas las dificultades que se generaban en esas épocas, porque en estos momentos no lo podemos hacer?. Deberíamos pensar que esto seria un excelente ejercicio para demostrar a todo el país como desde nuestra empresa se pueden empezar a dar pasos de conciliación y concertación tanto a nivel interno como proyectado a la comunidad circundante. Es el momento de dejar a un lado los intereses personales, las posiciones recalcitrantes en aras de la búsqueda del bien común.
La administración de la empresa entiende que el esquema actual está fatigado y que se deben haber cambios de tal forma que nos podamos enfrentar a los nuevos retos que se dan en el entorno; coincidimos en que debe haber una completa reingeniería en la empresa; pero se debe entender, que debe haber prudencia ya que los modelos existentes no son adaptables a nuestra empresa, hay que inventar la solución optima para FGM.
A nuestros trabajadores les queremos manifestar que la administración dará todo lo que este a su alcance para estabilizar económicamente a la empresa, esta no ha sido la primera crisis de la empresa, hemos sorteado muchas y mas difíciles y todas las hemos superado. Irónicamente el presente es difícil, pero el futuro muestra un panorama mas claro y brillante. Esta es la razón de solicitarles su firme y decidido apoyo. Necesitamos incrementar productividad, tener actitud positiva, defender la empresa con un gran sentido de pertenencia, contra los factores externos. Estamos convencidos que con el concurso de todos la podemos sacar adelante y convertirnos en una empresa modelo en el país.
Es difícil entender como a la Frontino Gold Mines se le puede censurar porque no ha hecho nada por la región, esto solo lo pueden decir los demagogos y politiqueros de turno que en su afán de obtener beneficios personales, sin importarle la estabilidad de la empresa y de la región se atreven a emitir conceptos falsos y fuera de toda realidad. Los aportes de la empresa a los municipios de Segovia y Remedios son innumerables, tanto en la parte social, humanitaria, cultural, deportiva, educativa, desde el mantenimiento de vías, el control de precios en los productos básicos de la canasta familiar con el papel de la fonda como elemento estabilizador, el pago de impuestos, el auspicio a la ganadería y en general al sector agropecuario al comprar las cosechas de maíz, frijol, yuca, plátano y panela y lo mas importante la estabilidad económica de una región. Se podía pensar que seriamos sin la empresa?. Es indudable que los tiempos cambian, que las diversas fuerzas sociales y políticas interactúan en la vecindad pero la solución no es acabar la empresa, no es liquidarla, antes por le contrario es fortalecerla, respetarla, protegerla como el mas preciado tesoro. Aquí debemos caber todos, pero con respecto, con reconocimiento de los derechos adquiridos.
La empresa ha generado contactos al mas alto nivel, tanto para atraer la atención del estado sobre la situación de desempleo en la zona, como para ofrecer soluciones concretas a este y otros males que aquejan la región. Estamos trabando intensamente en conjunto con las alcaldías vecinas, con las asociaciones sindicales, con los gremios, con la comunidad, con los mineros informales en la búsqueda de soluciones, este es un compromiso de todos. La clave de todo es el respeto a la compañía. No podemos permitir mas invasiones, no podemos debilitar la empresa, con el pretexto de que no hay empleo.
Quisiera complementar mis exposición con las palabras del ilustre poeta de la raza Jorge Robledo Ortiz: “Hubo una Antioquia de mineros fuertes, de arrieros invencibles, de músculos que alzaban el futuro con vara de mimbre. Hubo una Antioquia en que las hachas eran blasones de estirpe, una tierra de granos y de espigas, de cantos y repiques, una Antioquia de azules madrugadas y de tardes apacibles”. Es triste, pienso yo, admitir que esa Antioquia parece haberse desvanecido. Hoy tenemos una de las mas altas tasas de homicidios del mundo, el numero de desplazados va en aumento, un PIB per-capita en declive, una tasa de deforestación que amenaza con dejarnos sin bosques en los próximos 20 años. Ya no hay azules madrugadas ni tardes apacibles. Nos hemos convertido en una sociedad donde la clase baja no come, la clase media no compra y la clase alta no duerme. Una sociedad a la cual parece que el dolor ajeno ya no la perturba y en la cual se levantan muros para marcar territorios, en lugar de pensar en trabajar juntos para resolver nuestros conflictos. Estas palabras nos deberían poner a meditar, nuestra empresa se encuentra en un momento coyuntural muy importante en pleno siglo XXI y si no contamos con el firme y decidido apoyo de toda la gran familia Frontino Gold Mines es difícil superar los difíciles obstáculos que nos tocará enfrentar. Roguemos a Dios para que nos ilumine y en 50 años mas, nuestros hijos estén celebrando los 200 años de fundación.
Finalmente deseo enaltecer la labor de un grupo de trabajadores que se dieron a la tarea de homenajear y rendir tributo a la empresa que les ha dado todo. Ese grupo denominado “Comité Central” ha motivado muchas personas al interior de la empresa y me ha sorprendido porque el ejercicio ha resultado todo un éxito. Pienso que nos han dado una lección de unidad, de trabajo en equipo, de no mirar atrás sino adelante todo el tiempo y de luchar por una causa con criterios propios. Sinceramente pensamos que debemos imitarlos al intentar resolver los conflictos y problemas de una forma concertada, donde predomine la estabilidad de la empresa y el bien común.
Decía Bertold Brecht, filósofo inglés:
“Hay hombres que luchan un día y son buenos
hay hombres que luchan un año y son mejores
Hay hombres que luchan muchos años y son muy buenos
Pero hay los que luchan toda la vida:
Esos son los imprescindibles”
Esos son los hombres que la Frontino Gold Mines necesita.
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